Tempranillo y Cabernet Sauvignon logran la mejor combinación
La bodega Carmelo Rodero saca al mercado la nueva añada de su Crianza 2020, un eslabón más hacia la perfección que pretende este vino, destinado a sorprender con las características de un gran Ribera, y que espera aportar a los clientes la satisfacción de superación.
Crianza 2020, ya disponible en el mercado, es el resultado de la selección de la uva en el viñedo, un meticuloso trabajo en bodega, y entre 14 y 15 meses de reposo en barrica de roble francés. Un 90% de tempranillo y un 10% de Cabernet Sauvignon logran la combinación exacta para aprovechar lo mejor de cada una de estas variedades.
Crianza 2020 viene precedida de un invierno de bajas temperaturas que originaron fuertes nevadas y heladas, y una primavera con abundantes precipitaciones. El verano, con máximas de 35 grados y mínimas de 20, completó el ciclo en el viñedo. Es precisamente esta diferencia entre el día y la noche la condición que permite a las uvas alcanzar el nivel adecuado de maduración y la calidad óptima para los vinos de Carmelo Rodero. Es importante destacar la composición de los suelos, arcillosos calcáreos, repartidos en parcelas sobre las que se asientan viñedos con más de 30 años de antigüedad.
Desde Carmelo Rodero se insiste en la satisfacción de poder atender con una nueva añada la demanda del consumidor que, año tras año, responde de manera fiel a un compromiso de disfrute con los vinos de esta bodega.