
El Tiempo es Crecer
Carmelo Rodero pertenece a la cuarta generación de una arraigada familia de viticultores de la zona. Ya desde su más temprana juventud, se empapó de la sabiduría y el buen hacer de sus abuelos, ayudando en la elaboración del vino en los clásicos y antiguos lagares. Cabe destacar la juventud con la que comenzó a plantar sus primeros viñedos. Él sabía que la base de un gran vino pasa por unas buenas uvas y, convencido de la calidad de sus “perlas negras”, lo vio claro: junto a su esposa Elena, apostó por el futuro elaborando sus propios vinos.

Carmelo Rodero
Nuestra familia
El camino iniciado por Carmelo y Elena se ve continuado por sus hijas
Beatriz y María que se encuentran totalmente involucradas en este
apasionante proyecto familiar.
