Para empezar con una definición sencilla y clara, el trasiego hace referencia al cambio del vino de un depósito a otro. Existen numerosas razones que explican y razonan esta acción y que, en líneas generales, son imprescindibles para todo el proceso de elaboración del vino.
Es evidente que el trasiego del vino es algo que debe hacerse, sí o sí, todas las bodegas y productores lo tienen asumido. Esto es porque, desde los primeros inicios del vino, se ha demostrado como extremadamente beneficioso a la hora de obtener caldos de calidad. Ahora bien, no siempre se hace de la misma manera y, de hecho, en Carmelo Rodero, se utiliza un sistema que cuida el vino y potencia sus cualidades.
Nos estamos refiriendo al sistema por gravedad, que consiste en mover el vino de un depósito a otro sin utilizar bombas o procedimientos mecánicos que agiten y modifiquen la estructura del vino. Mediante una organización en altura, el trasiego del vino se realiza respetando la integridad del producto, algo indispensable para potenciar sus aromas y su cuerpo.
Beneficios del trasiego
Hay dos claves que explican el porqué se realiza el trasiego del vino. La primera, y más importante, es separar los elementos sólidos resultantes de la fermentación (las lías, principalmente). Éstos, si no se trasiega, pueden “consumir” oxígeno y afectar a los matices del vino en nariz. Relacionado con esto, el propio proceso de trasvase aporta oxígeno al producto, lo airea, algo que ayuda a terminar correctamente la fermentación y, finalmente, lo estabiliza.
Cuándo trasegar
Depende de lo que queramos hacer con el vino. También depende del recipiente en el cual lo depositaremos. Si, por ejemplo, tenemos depósitos muy grandes, el trasiego será más frecuente. Además, cuanto mayor sea la crianza, mayor número de trasiegos se realizarán. Es habitual empezar a principios de año y puede extenderse hasta el mes de marzo.
En el trasiego entre barricas, es muy importante limpiarlas antes y después para eliminar bacterias y moho, que pueden alterar la estructura del vino, llegando incluso a avinagrarlo.